Hoy relativamente infrecuente en la indumentaria habitual, era la más usual de las prendas empleadas para el frío en la Europa medieval, sobre todo por la simpleza de su confección; tuvo un breve resurgimiento en la moda decimonónica, y de esa época data el formato actual empleado en la ropa de gala.
A su Medida:
Se conserva también en las prendas rituales que académicos y jueces emplean en situaciones formales.